Hemos visto en el sub-capítulo 8 que una de las principales acusaciones, sino la principal, contra Benigno López fue que éste, hermano del Mariscal López, declaró que en Marzo de 1867 y a efectos de proseguir con los planes de conspiración para derrocar al presidente Francisco S. López, había dibujado un mapa en el suelo de su alojamiento temporal en Paso Pucú -en marzo de 1867- estando presente el Ministro americano Charles Washburn –supuesto cómplice- que recogiendo los detalles del mismo en un papel pasó a filas aliadas para entregar esos datos al Marqués de Caxías bajo pretexto de mediar para un cese del fuego y que sea útil para elaborar y ejecutar un amplio rodeo que le permita a los aliados llegar a Asunción por Caapucú y Paraguarí pasando por secretos pasadizos en terrenos fangosos del Ñeembucú. También hemos visto que Caxías terminó usando una vieja idea del Gral. Bartolomé Mitre, esto es, envolver sólo Humaitá, usando un camino colonial y no los pasos secretos que benigno dibujó en su mapa.
En realidad, y para hacer su famosa marcha de flanco, Caxías utiliza un nuevo elemento de guerra que no se ha considerado dentro del estudio de los sucesos de San Fernando y son los globos aerostáticos que tan temprano como octubre de 1866 el flamante nuevo comandante aliado, Luis Alves de Lima e Silva, Marques de Caxias, solicitó a su Ministerio de Guerra. Los globos llegaron al teatro de operaciones siete meses después, en mayo de 1867.[1]. La marcha de flanco muy cerca de Humaitá tenía una razón muy poderosa que descarta toda consideración de una eventual marcha a Asunción por Caapucú y Paraguarí y es que -para este momento de la guerra- los aliados no podían realizar ninguna maniobra que los alejara del río por donde recibían sus provisiones por medio de la flota imperial. Hacerlo suponía quedar desabastecidos a lo largo de todo ese supuesto camino que Benigno López les había señalado.
Este nuevo artilugio fue destinado a la observación de las posiciones fortificadas paraguayas y su primer vuelo se dio el 26 junio de 1867 (Reyes Novaes). Fue utilizado un globo de tamaño menor habida cuenta las dificultades encontradas con el gas hidrógeno y se efectuaron 20 ascensiones, una de ellas con un legionario paraguayo que indicó las principales posiciones de las líneas paraguayas. La altura máxima a la que ascendió el globo fue fijada en 330 metros con lo que todo el teatro de operaciones del cuadrilátero de Humaitá quedó totalmente observado[2].
Por su parte, en Diaz-Duhalde se lee:
Finalmente, el 8 julio de 1867, a cargo del ingeniero Robert Adolf Chodasiewicz (foto) y el paraguayo Ignacio Céspedes, soldado de la Legión Paraguaya que luchaba con los aliados contra López, ocurrió la primera ascensión de un globo aerostático en Latinoamérica con fines bélicos.
Ingeniero Robert Adolf Chodasiewicz
El globo ascendió hasta fines de 1867 y desde ese momento no se tienen más noticias de él. Para ese entonces el globo ya había estado en el aire un total de veinte veces con el objetivo central de observar el frente paraguayo, y con él se había abierto un nuevo espacio.[3]
La ilustración de la izquierda fue objeto de comentario por parte de Diaz-Duhalde:
“Está “hecha a vuelo de pájaro,” como lo indica el subtítulo de la ilustración (“Vida Fluminense”. s/n, 1869), y muestra las entrañas del “cuadrilátero” paraguayo en el costado del Río Paraguay: campamentos, cuarteles, fortificaciones y accidentes geográficos conforman “el teatro de la guerra” cuyos lados son el Río Paraguay, las barreras de Curupayty y Humaitá y arriba de esta última, cruzando el Río Hondo, Establecimiento, Laureles, Tayi y Villa del Pilar”.
Así pues, se llega a la perfecta conclusión que la ascensión de este globo (la primera se hizo en el Potrero Piris de Tuyutí) permitía una visión de hasta 80 kilómetros llegando hasta la Villa del Pilar.
Para el dia 20 de Julio, El Semanario de Asunción se hace eco de una noticia que viene del frente de operaciones y que denota los preparativos aliados para iniciar el envolvimiento por el Este de Humaitá, flanco izquierdo de las trincheras paraguayas:
Las notas y observaciones resultantes de estas ascensiones de globos aliados permitieron efectivamente iniciar el envolvimiento del flanco izquierdo paraguayo el 22 de Julio de 1867 con la salida de más de 21.521 soldados brasileños y 6.016 argentinos desde Tuyutí y antes de cuatro meses y medio la maniobra culmina con la captura de Tajy permitiéndose el rodeo completo de las fuerzas paraguayas el 2 de Noviembre del mismo año[4]. El periplo de la marcha de flanco del ejército aliado –en total dirección Norte no pasó de 50 kilómetros siguiendo el curso del camino habitual (Paso de Patria a Pilar) y parte de caminos interiores (hasta Tío Domingos y empalme con Tuyu-cué) y la propuesta del mapa de Benigno López era de una marcha de flanco –de dirección Este primero y Noreste después-de más de 350 kilómetros, varios de ellos por pasos desconocidos que la acusación no cita.
Se exhibe infografía con el croquis del Atlas del teniente brasileño E. C. Jourdan e inserciones de las principales acciones y sus fechas acontecidas en este movimiento que encerró al Mariscal López y su ejército en Humaitá en una marcha de 50 kms. y que indica claramente que el mapa de Benigno López, como prueba de su participación en la conspiración no es –ni pudo ser- el elemento fundamental que los tribunales de San Fernando afirman que fue, y hasta da pábulo a considerar que es una acusación falsa y preparada al sólo efecto de incluir al Ministro americano Charles Washburn en la conspiración.
Otra prueba de que el uso de los globos aliados permitió preferentemente reconocer ampliamente el teatro del movimiento de flanco es un recorte publicado en 1893 en la colección EL ALBUM DE LA GUERRA DEL PARAGUAY, N° 10 del 15 de junio de 1893. En el Diario de marcha de los ejércitos argentinos y oriental se hace constar que para el día 22 de Julio de 1867 se realiza un reconocimiento aéreo a las 16:00 hs. y que el camino –hasta ese momento- era bueno.
Finalmente, debe decirse que paralelamente a la versión de este envolvimiento del mapa de Benigno López, lo que supuestamente ocurrió en marzo de 1867, existió la acusación de que la llegada de los buques de guerra brasileños a Asunción, en febrero de 1868, debió ser la manera en que los aliados se pondrían en contacto con los conspiradores, esta vez, por el río Paraguay. Al respecto, el historiador brasileño contemporáneo Francisco Doratioto escribe:
La documentación disponible y la lógica de los hechos inducen a concluir que no hubo una articulación contra López. Si la conspiración fuese verdadera, las tres naves de la escuadra brasileña que se presentaron frente a Asunción deberían haber desembarcado tropas. También escapa a la lógica el hecho de que los supuestos conspiradores no pusiesen en marcha su plan cuando avistaron las naves frente a la capital, ya que, como afirma (el padre Fidel) Maíz, las fuerzas imperiales eran el respaldo que necesitaban para actuar. (Sic) [5]
No escapa al análisis del investigador que las dos acciones descritas como atribuibles a los conspiradores en connivencia con los aliados, la primera con el rodeo por el Tebicuary y la segunda con la llegada de los acorazados imperiales a Asunción, están separadas por casi un año de tiempo lo que supone que no pudiendo verificarse en la realidad el primer intento en 1867, se conformó el segundo al año siguiente y –como lo argumenta Doratioto- tampoco este segundo caso constituye una prueba fehaciente de la conspiración, los brasileños llegaron a Asunción, dispararon pocos cañonazos y se retiraron sin concretar el apoyo a los supuestos insurgentes.
[1] Reyes Novaes, André, Los globos van a la guerra: cultura visual y circulación de
instrumentos en la guerra de la Triple Alianza contra Paraguay. Investigaciones Geográficas • Instituto de Geografía • UNAM eISSN: 2448-7279 • DOI: dx.doi.org/10.14350/rig.60016 • ARTÍCULOS
Núm. 100 • Diciembre • 2019 • e60016 www.investigacionesgeograficas.unam.mx
[2] Reyes Novaes, André, ob. cit.
[3] Sebastián Díaz-Duhalde. El globo aerostático y la máquina de mirar. Cultura visual y guerra en el siglo XIX paraguayo. https://www.decimononica.org/wp-content/uploads/2014/06/Diaz-Duhalde_11.2.pdf
[4] Doratioto, Francisco, Maldita Guerra, pp 285/90
[5] Doratioto, Francisco – Maldita Guerra – 2010 – 4ta. Edición, Emecé, Buenos Aires – 331