Exhibiremos una prueba más que desbarranca la afirmación de una alianza previa a la guerra en un pasaje de la obra del alemán L. Schneider, consejero privado del Emperador de Alemania y del Rey de Rusia que se refiere al momento en que el Brasil estaba en franca mala posición en virtud de que al mismo tiempo que tenía ocupadas a casi todas sus tropas en el Uruguay atacando al gobierno local, el Paraguay había invadido el Mato Groso y entre ambos países había un solo espacio por donde llevarse mutuamente la guerra, las provincias del noreste argentino, Entre Ríos y Corrientes (que contenía a las Misiones).
Vamos al texto mencionado publicado en portugués (lo traducimos al español para mejor ilustración):
“…el Consejero (brasileño Jose Maria Silva) Paranhos (Vizconde Rio Blanco), en su manifiesto del 26 de Enero (de 1865), declaraba que el Brasil aceptaba con todas sus consecuencias a lucha que de modo tan descomunal le era impuesta, y estaba decidido a proceder en consecuencia (Apéndice). Este manifiesto mostró a Mitre que el Imperio marchaba firme en sus actos y resoluciones y no obedecía a la excitación del momento. En tales circunstancias no era dudosa una respuesta negativa. Por eso Rufino de Elizalde envió la nota del 5 de febrero que, siendo en extremo delicada en sus expresiones y manifestando muchas veces el deseo de conservar relaciones amigables con el Paraguay, no por eso era menos terminante la respuesta. En ella se declaró expresamente que “así como nunca se permitiría al Imperio del Brasil llevar una guerra al territorio paraguayo a través de una provincia argentina, así también se procedería en relación al Paraguay””(sic).
Schneider manifiesta que a la vista de esta comunicación oficial de Argentina al Brasil sobre la que tomó conocimiento, “(el cónsul paraguayo en Buenos Aires) Caminos optó por retirarse” (sic) (p. 134). Solano López siempre supo que la Argentina no concedió el permiso al Brasil para el paso terrestre de sus tropas.